12 marzo 2012

Verdades como templos

Solución del último Carnival:

1. Colecciono carteles de películas, tanto en tamaño poster como cuartilla: MENTIRA, no colecciono carteles de películas, aunque me gusten y tenga varios colgados. Colecciono otras cosas, como figuras de plomo y otras frikadas.

2. Me encantan los dormitorios grandes, espaciosos, amueblados lo justo, de techos altos: MENTIRA, me agobian los dormitorios así. Me gustan las habitaciones acogedoras, sin techos altos, con muchas cosas y muebles. Me costaría dormir en una habitación vacía y grande. Me siento desprotegido.

3. Tuve claro que quería estudiar Medicina desde que era bastante pequeño: MENTIRA, no elegí estudiarla hasta el bachillerato, cuando me interesé por ella. Cuando era pequeño, quería ser director de cine. Me encanta el cine, y me gustaría formar parte de su mundo. Grabé un corto bastante malo hace años, y me gustaría mucho poder participar en más, con nuevas y mejores ideas. Pero como una afición. Mi trabajo quiero dedicarlo a la Medicina tal y como la entiendo.

4. Sólo me masturbo en fines de semana: JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA...ay... MENTIRA

5. No me gusta el ajetreo de los viajes, y sólo he salido de España para ir a Portugal: MENTIRA, au contraire, me encanta viajar y no me da ninguna pereza. He estado en Inglaterra, Francia, Italia, Mónaco, Rep. Checa, Hungría, Holanda... y me siguen pareciendo pocos. Aún tengo muchos sitios por visitar, y espero hacerlo pronto y en buena compañía.

6. En Nochevieja no tomo las tradicionales doce uvas: VERDAD. No me gustan las uvas, y menuda manera sería de comenzar todos los años. En su lugar, lo sustituyo por otras doce cosas pequeñas, como doce cereales, o doce lacasitos.

7. Prefiero mil veces un buen vino a la cerveza, y un buen té al café: MENTIRA. Soy cervecero a manta, aunque empiezo a cogerle la gracia al vino. Lo mismo con el café, que me encanta, pero tampoco rechazo un buen té.

8. En realidad, apenas necesito gafas, ya que sólo tengo 1 dioptría en el ojo derecho, y solo me las pongo para leer y usar el ordenador: MENTIRA. Necesito gafas constantemente. Veo menos que un gato de escayola. A veces da cosa pensar en lo limitante que es, ya que dependo de dos trocitos de cristal para hacer una vida normal.

9. Cuando me concentro, doblo la lengua en el interior de mi boca en diferentes posiciones: VERDAD, no sé por qué lo hago, pero es así desde que tengo memoria. Hacia los lados, hacia atrás...

10. Nunca, jamás de los jamases, me pongo camisa (excepto en situaciones muy especiales, como una boda): MENTIRA, todos los que me conozcan verán que uso camisas de cuadros y colorines constantemente.

11. Soy Batman: MENTIRA, tengo papis, no soy muchimillonario y no estoy entrenado. Pero una cosa rollo Adam West podría ser.

12. Odio andar. Voy en coche hasta a la vuelta de la esquina si tengo oportunidad: MENTIRA, me encanta andar, y lo hago siempre que puedo. Me he acostumbrado a ir andando everywhere. De hecho, a día de hoy, no tengo ni carnet de conducir.

13. Tengo insectofobia y aracnofobia: VERDAD, aunque la he superado en parte, porque de pequeño era bestial, aún tengo un pavor irracional a los insectos de gran tamaño. No puedo con una cucaracha o un morgaño. Y como me diga eso de "tiene más miedo él de ti que tú de él", te comes los dientes por listo.

14. Tengo un esqueleto humano casi completo guardado en una caja, recopilando huesos sueltos de diferentes cadáveres del departamento de Anatomía, Antropología y el cementerio local: MENTIRA, ¡pero molaría un huevo!

15. Vale, no soy Batman. Pero podría ser Robin: MENTIRA, las mallas no me quedan nada bien.

16. Tengo una cicatriz en mi espalda con forma redonda, debido a que me saltó accidentalemente la metralla de un explosivo experimento durante 1º de Bachillerato: MENTIRA, la cicatriz existe, pero está ahí por una intervención quirúrgica, no por una explosión. Pero siempre que alguien me la ve, le cuelo la misma mentira durante un rato. Ay, conversaciones de cama...

17. Es muy fácil hacerme cosquillas. Apenas aguanto un dedo en mi costado sin saltar: MENTIRA. Apenas tengo cosquillas, y hay que buscar mucho para encontrarlas. Una gran ventaja cuando es hora de incapacitar a algún cosquillero.

18. En realidad, he escondido una cuarta verdad entre todas las mentiras anteriores: MENTIRA, pero me gusta dejaros con la intriga, que sois unos desconfiados.

Y con esas respuestas, las ganadoras han sido Cristina y Belén con los 3 aciertos (pero juegan con ventaja, que me ven el careto todos los días :P).

Las siguen Julipy y Jill con dos aciertos cada una (muy bien!)

Y por último H@n, con un solo acierto, pero se le ven las buenas intenciones :P

¡Gracias por participar! ¡Visitad los blogs del resto!

04 marzo 2012

El ciclo de la ropa

Es indudable que todo ser sigue un ciclo de vida. Nacen, crecen, se reproducen si les da por ahí, y mueren con más o menos estilo. Es el ciclo sin fin, que lo envuelve todo (toma referencia cinematográfica). Pero no sólo los seres vivos cumplen con este ciclo. Estamos rodeados de él por todas partes, en los objetos más cotidianos, como un frigorífico o la ropa. Y esto es algo que un estudiante que vive lejos de la tutela paterna sabe muy bien. Y si no, fijaos bien: vuestra ropa cumple siempre con su ciclo, sean camisetas, pantalones, blusas o faldas. Puede que según la disposición de vuestras habitaciones y pisos sea algo diferente de la mia o la de vuestros amigos. Pero siempre se cumplirá.

Es por ello que quiero haceros conscientes de este bonito círculo de muerte y resurrección en el que participáis sin daros cuenta. Es pequeño, pero a la vez muy grande. Solemne en determinados momentos. Y constante.

EL CICLO VITAL DE UNA CAMISETA

Pongamos por ejemplo esa camiseta inocente, con ese dibujillo simpático, que te has puesto hasta la saciedad. Esa camiseta no es la misma hoy que cuando la compraste. Ha vuelto a nacer una y otra vez, reencarnándose y renovándose cuál hindú, que antes ha pasado las vidas de lombriz, puma, escarabajo pelotero, productor musical y vendedor de seguros.

EL NACIMIENTO

El primer punto del ciclo vital de tu camiseta comienza, como en el ser humano, viendo la luz. Cuál parto simulado, es dada a luz a través de la puerta de tu armario abierto, dobladita y limpia como la dejaste. Así, fresca y reluciente, está dispuesta a cumplir con su cometido: vestir ese cuerpo serrano tuyo.

LA VIDA EXTRA-ARMARIL

Una vez tu camiseta vuelve contigo a casa, menos fresca, menos reluciente y por lo general más maloliente, es depositada en su primera residencia: la cama. Ese objeto con doble vida, reposo de noche, almacén de día. Allí tu camiseta pasa el día hasta el momento en el que, cuando quieres dormir, es trasladada, junto con sus otros compañeros roperos, a su segunda residencia nocturna: la silla. Cumple así con un subciclo dentro de su ciclo principal, en el que reposa tumbada por el día, y se sienta de noche.



LA PRUEBA DEL OLFATO

En ciertos momentos de esta parte de su vida, la camiseta es sometida a una importante prueba de selección olfativa. Su dueño coloca las fosas nasales a la altura de lo que viene siendo la axila, o sobaquillo, y aspira fuertemente, valorando el nivel de toxicidad que expele la camiseta. Si no cumple con los niveles de peligrosidad establecidos, es seleccionada de nuevo para el vestir, volviendo de nuevo al final de la primera etapa. Sin embargo, si no pasa las pruebas olfatorias, continua su ciclo vital a la nueva fase.

LA DECADENCIA

En el momento en el que ya no puede cumplir su cometido, la camiseta, pobre e impregnada con todos los desechos malolientes de su amo, es arrojada con desprecio a su decadencia, dejándola tirada en una improvisada residencia de ropa sucia, que en mi caso es conocida como "el cuarto de al lado encima del sofá-cama cutre ese". 

LA MUERTE Y FUNERAL

Finalmente, desechada al final de su ciclo, la camiseta muere. Días después, a modo de simbólico funeral, es enterrada en una fosa común llamada maleta, junto al resto de sus compañeros, que como ella, cumplieron hasta el final con su cometido y ciclo. Al final de su vida, la camiseta se traslada a su tierra natal, a su hogar, donde es recibido por los amables, húmedos y espumosos brazos del dios Lavadora. Y allí, reforzada por el poder del jabón y suavizante, renace nueva, limpia, reencarnada. Para comenzar again el ciclo sin fin.

Ahora id, y dar las gracias a esa camiseta que seguro que tenéis tirada ahora mismo en vuestra cama.

Mentirusco gordo atao con piedra

¡Otro Carnival Freak salvaje apareció!

Esta edición, nuevamente convocada por H@n, es bien sencilla: soltar una ristra de mentiracas gordas atás con piedra sobre ti mismo y ocultar alguna verdad entre ellas. En mi caso he ocultado tres verdades entre esta lista de invenciones sobre mí. En futuras ediciones dedicaré otra entrada a explicar por qué son o no mentira. ¡A ver si las acertáis! 

1. Colecciono carteles de películas, tanto en tamaño poster como cuartilla.
2. Me encantan los dormitorios grandes, espaciosos, amueblados lo justo, de techos altos.
3. Tuve claro que quería estudiar Medicina desde que era bastante pequeño.
4. Sólo me masturbo en fines de semana.
5. No me gusta el ajetreo de los viajes, y sólo he salido de España para ir a Portugal.
6. En Nochevieja no tomo las tradicionales doce uvas.
7. Prefiero mil veces un buen vino a la cerveza, y un buen té al café.
8. En realidad, apenas necesito gafas, ya que sólo tengo 1 dioptría en el ojo derecho, y solo me las pongo para leer y usar el ordenador.
9. Cuando me concentro, doblo la lengua en el interior de mi boca en diferentes posiciones.
10. Nunca, jamás de los jamases, me pongo camisa (excepto en situaciones muy especiales, como una boda).
11. Soy Batman.
12. Odio andar. Voy en coche hasta a la vuelta de la esquina si tengo oportunidad.
13. Tengo insectofobia y aracnofobia.
14. Tengo un esqueleto humano casi completo guardado en una caja, recopilando huesos sueltos de diferentes cadáveres del departamento de Anatomía, Antropología y el cementerio local.
15. Vale, no soy Batman. Pero podría ser Robin.
16. Tengo una cicatriz en mi espalda con forma redonda, debido a que me saltó accidentalemente la metralla de un explosivo experimento durante 1º de Bachillerato.
17. Es muy fácil hacerme cosquillas. Apenas aguanto un dedo en mi costado sin saltar.
18. En realidad, he escondido una cuarta verdad entre todas las mentiras anteriores.